Tras una temporada llena de emoción, desafíos y altibajos, el Alavés ofrece a la población vitoriana un ascenso a Primera División más que esperado. Y es que, desde hace más de 100 años, la afición azulgrana ha visto al equipo subir y bajar de categoría en diversas ocasiones. Sin embargo, el gol en el minuto 129 de Asier Villalibre ha devuelto de nuevo al equipo vitoriano a la más alta categoría del fútbol español.
Un partido más que reñido
Pese a haber conseguido lo que tanto querían, este ascenso no ha sido nada fácil para el equipo de Vitoria-Gasteiz. Y es que el Levante F. C. no se lo puso nada fácil el pasado sábado en estadio Ciutat de València.
Durante los 120 minutos de encuentro, los equipos disputaron un partido intenso y reñido a partes iguales, pero sin resultados en el marcador. Sin embargo, con la llegada del minuto 122, llegó también el penalti decisivo. Pese a no verse en el campo, el VAR cumplió con su cometido: Rober Pier, central del Levante, había golpeado la pelota con la mano para desviar un disparo del Alavés, lo que terminó convirtiéndose en el penalti lanzado desde los 11 metros por Villalibre.
El jugador, cedido por el Athletic, no se dejó llevar por la presión externa: Lanzó el disparo con toda tranquilidad. Sin embargo, esto pronto cambiaría. Con la entrada del balón en la portería, tanto afición como equipo estallaron de felicidad al saber que, ese gol, había sido el decisivo para llevar de nuevo al Alavés a Primera.
Su sexto ascenso a Primera División
Sin embargo, esta no es la primera vez que el equipo albiazul se enfrenta a un momento con tanta tensión. Desde la temporada 1929-1930, el equipo babazorro ha pasado por un ascenso a primera hasta en 6 ocasiones: 1929, 1954, 1998, 2005, 2016 y, ahora, 2023.
Este último ascenso ha ocurrido tras estar, apenas, un año en segunda división. Desde su ascenso en 2016 el equipo había disfrutado de su periodo más largo en Primera División: Nada más y nada menos que 6 años consecutivos.
Tras esta pausa, los vitorianos podrán volver a disfrutar de encuentros tan emblemáticos como el Alavés-Barcelona o Alavés-Real Madrid.
La celebración: Por todo lo grande y en multitud
Como no era para menos, este hito era digno de celebrar en casa pero, sobre todo, en multitud. Y es que Vitoria se tiñó el lunes de blanquiazul para celebrar el ascenso de su equipo.
Cientos de aficionados con sus camisetas, banderas y bufandas acompañaron al autobús del equipo, que recorrió las calles de la capital alavesa hasta llegar a la Plaza de la Virgen Blanca, donde se desató la locura.
Bajo el lema “Próxima parada, Primera”, más de 40.000 aficionados albiazules esperaban al conjunto con ansia, coreando canciones y dejando ver la alegría que este ascenso había supuesto para la población. Allí, además de disfrutar con los aficionados, el Alavés ofreció, como es tradición, su ascenso a la Virgen Blanca.
Vitoria, siempre unida al deporte
Como habréis podido comprobar, la ciudad ha acogido con gran cariño este ascenso a primera división, y no era para menos. Tanto equipo como aficionados han celebrado con fervor esta subida, pese a que únicamente fuese un año el que han pasado en Segunda División.
Y es que no hay duda ninguna de que la capital alavesa y sus habitantes sienten el deporte como algo propio.
Vitoria es un lugar repleto de opciones, ya sean deportivas, de turismo, gastronómicas… Si quieres seguir conociendo la capital alavesa y todas las alternativas que te ofrece, te recomendamos que estés muy atento a este blog sobre Vitoria. ¡Te mostrarán la ciudad de una manera en la que nunca lo imaginaste!
¡Hasta la próxima!